Mi nombre es insignificante, llega el momento que el comunicador no es importante, bueno, no más importante que el comunicado en sí. Me siento afortunada, pudo haber sido peor.
Ya han pasado más de dos décadas y aún así, está en mi mente, sigue ahí.
Todos sabemos que si tomamos malas decisiones en la vida con el tiempo cobran factura. El efecto mariposa; toda acción tiene su reacción: “el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo” o para ponerlo más claro: “El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo”. Pero, ¿Qué pasa si esta mariposa no aleteó por voluntad propia? ¿Qué sucede si alguien movió sus alas sin su consentimiento? ¿Aún así surge el Tsunami?
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