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LAS NEFASTECES DE LOS HOMBRES (segunda parte)

Sé que últimamente han pasado cosas feas en el mundo; el hombre que se suicidó en el avión y que mató a más de cien personas, un tipo en Argentina se aventó a un lago con la novia adentro para que se mataran los dos (cosa que pasó), Enrique Peña Nieto sigue siendo el presidente de México… todas esas tragedias y yo escribo sobre las nefasteces de los hombres ¡No tiene sentido! Pero luego pensé, ¡Hey! La única relación que tienen estas historias es que los involucrados son hombres, o sea que ese género arruina todo, así que ellos tienen la culpa de nuestras tragedias y nosotras las mujeres somos perfectas.

Además, me pasó algo que me abrió los ojos. Hace una semana estaba con mi novio en un lugar llamado San Martín; romántico, con neblina, cabañas, lago… una belleza. Lleno de momentos para que un hombre te de un anillo de compromiso o que de perdida te diga que eres el amor de su vida. Mientras caminábamos en una de las calles, mi novio me tocó el hombro y me dijo: “Amor, escucha el sonido de la naturaleza”. Yo abrí los ojos, quité mentalmente la cera de mis oídos, y me dispuse a escuchar. De repente mi novio se echó un tremendo pedo el cual sonó con todo y eco. Muy digna seguí caminando, pero no pude evitar pensar:

¡Malditos hombres nefastos!

Así que sigamos con nuestra lista, porque mi novio me da harto material para escribir como cuarenta posts de este estilo.

  1. Sincericidio. Los hombres tienen una gran cualidad: mienten pa’ tapar sus tonteras, pero no saben mentir, y cuando deben mentir, tal parece que sufren de sincericidio. Un ejemplo: Le preguntas a tu novio si te ves gorda y queda en silencio. Le preguntas si te ves guapa y dice que te maquillaste mucho. Le preguntas si se le hace sexy Megan Fox y dice que daría todo por dársela.

A ver garabatos con carne colgando, es sencillo; las mujeres queremos que sean honestos el 100% del tiempo, pero cuando la sinceridad nos conviene. Es decir, sean sinceros, y sinceros significa amar a su mujer por sobre todas las cosas. Punto.

  1. La caja de la nada. Mimosas ¿Alguna vez han visto a un hombre ver un punto específico? ¿No dice nada, parece con la mirada perdida, y no te presta atención? No, no piensa en otra mujer, no, no te engaña, no, no piensa en álgebra, tu hombre está en la caja de la nada. Y me preguntarás ¿Qué fregados es eso? Pues mira nena, es fácil, ¿ves como tú, yo y todas las mujeres pensamos mil cosas a la vez? Tipo cómo cuando hacemos el amor con alguien, pero está siendo súper aburrido y de repente pensamos que tenemos mucha ropa que lavar… así. Como que somos “multitasking”.

Por eso cuando crees que tu hombre está pensando, no amora, no lo está, está en la caja de la nada. ¡Y les encanta! Ellos necesitan no pensar en nada, nosotras no lo entendemos, porque nuestro cerebro está a full con el chisme de Laurita, la envidia de Sofía y la mala onda de Perenganita. Pero mientras tú le cuentas todo eso a tu hombre, él está con los ojos cerrados, lentes con ojos abiertos pintados (tipo Homero Simpson), y disfrutando de la caja de la nada.

  1. Gallina ordenada. Yo creo que todos los hombres en su otra vida fueron gallinas, ¡Por qué Dios mío! ¡Cómo acomodan huevos los cabrones! ¿Qué onda con su manera de arreglarse los gumaros en cualquier lugar, con las personas que sean, en el evento que se les presente? ¡Lo odio! Es naco, asqueroso, ni siquiera la tienen tan grande, ni tan colgados, ¡Qué no inventen! ¿Les gustaría que nosotras las mujeres nos estuviéramos tocando todo el tiempo?

Osh, olviden la pregunta.

  1. Culos inquietos. ¡Claro! Como ellos no tienen que arreglarse, creen que pueden presionar con el tiempo. Son más rápidos para levantarse, bañarse, vestirse y estar en el coche mientras tocan el claxon y te gritan que ya se van si no estás lista. Ojalá que así fueran a la hora del romance. Todo el tiempo quieren estar en la calle; con los amigos, con su mamá… en el antro con sus amigos, con sus vecinos, ¡Dónde sea! No se están quietos. Son unos malditos culos inquietos.
  2. Imprudentes e indiscretos. Ayer que veníamos mi novio y yo en el camión de regreso al departamento que nos prestan en Buenos Aires, subió una mujer sobándose la panza. Mi novio hermoso se levantó de su asiento y le dijo a la señora que se sentara en su lugar. La señora lo vio extrañada y le dijo: No, no estoy embarazada. La cara de mi novio fue genial y yo me reí como tres horas cuando nos bajamos del camión. La señora estaba panzona, pero no se veía remotamente embarazada. Pero no lo pueden evitar; siempre dicen lo que no deben, se confunden con los nombres, con las calles y direcciones (nunca pueden preguntar), en fin, son pepinos pues.
  3. Grandes pensadores… de sexo. Los hombres cuando no están en la caja de la nada, solo piensan en sexo. De vez en cuando piensan en dinero, porque sin dinero no van a poder tener sexo, pero realmente solo piensan en sexo. Sexo. Sexo. Sexo. Desde que tienen como diez años hasta diez años después de morir. Sexo.

Mimosas, si tienen nefasteces que quieran compartir, pónganlo en los comentarios en la parte de abajo, seguro habrán mas.

Lástima que no podamos dejar a los garabatos con carne colgando, porque, seamos honestas ¿Qué sería de nosotras sin esa carne que les cuelga?

 

@marcelecuona

 

Marsw7


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